No será la primera vez que oímos por parte de algún amigo que su perro se ha comido las patas de las mesa de madera, muebles, sofás y sobre todo las sillas, y si no nos lo han contado, muchos de nosotros lo hemos vivido en nuestros propios muebles.
Proyecto The DIY Village
Pues bien esta idea es un tanto irónica pues se trata de crear a partir de dos sillas viejas un comedero y un bebedero para nuestro querido perro.
Haber, esta idea, desde mi punto de vista requiere de dos condiciones básicas, la primera es que el perro esté bien educado para que en lugar de comerse las sillas se coma su comida, y la segunda es que el perro debe ser lo suficientemente alto como para llegar cómodamente a la silla, o en su defecto modificar la silla dependiendo de la estatura de nuestra mascota.
Para llevar a cabo esta idea solo se necesitan dos viejas sillas, las podemos pintar, decorar o dejarlas tal cual están, cada uno que elija lo que más le convenga y hacerles justo en el centro un agujero del tamaño justo para que encaje el comedero y el bebedero del perro, luego para mayor seguridad se puede poner un burlete en el borde o silicona para sellar la fina ranura que queda entre el borde del comedero y la silla.
Con esto conseguiremos tener un original espacio de alimentación para nuestra mascota. ¿Qué os parece la idea? Por lo menos es fácil de llevar a cabo.
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