Ni biombos, ni sofisticadas y modernas cortinas, ni paneles multifuncionales, ni tampoco mueble alguno, no; ahora lo que se lleva para separar espacios en un hogar son coches de carreras. Bueno, no se lleva, no sería práctico ni posible en la mayoría de casos, pero hay algunas personas que sí se lo pueden permitir, y oye, quién dice que un coche de carreras no se puede utilizar como separador de ambientes de un mismo espacio. Pues eso, nadie.
Y es que el piloto argentino e hijo de una de las personas más ricas de Argentina, Pablo Pérez Companc, decidió que para su lujoso apartamento de Miami frente al mar, sofisticado y elegante, un deportivo como el Pagani Zonda R negro de 1.5 millones de dólares quedaría fenomenal separando el salón del dormitorio, a modo de tabique.
El contratista Finish My Condo en colaboración con el estudio Artefacto, diseñaron, junto a un equipo de la casa Pagani, un soporte de aluminio y fibra de carbono que sirviera para instalar el coche a modo de pared.
El coche no es funcional, únicamente es la carrocería del deportivo, una especie de cascarón vacío que carece de componente mecánico alguno. El piloto declara que, «estructuralmente nunca sería posible que recibiera un motor o partes mecánicas», recalcando además que «los coches de carreras están hechos para correr», y que el ve al deportivo como una obra de arte más que exhibir. Aun así, la extravagancia, y también la noticia, está servida.
Con un diseño sublime y unas vistas a la altura, el lujoso apartamento recibe así a un Pagani Zonda R; un elemento funcional y decorativo totalmente inusual, creando un punto de impacto único que, contrario a lo que en un principio pueda parecer, resulta favorable, visualmente hablando, elevando la estética ya de por sí lujosa del apartamento, prácticamente a la categoría de arte.
Fotografía: Craig Denis
