8 razones para escoger una piscina prefabricada

Tener una piscina en el jardín de casa es el sueño de muchos de nosotros, y, aunque se sigue requiriendo obviamente de espacio para instalarla y cierto desembolso económico, hoy en día lo tenemos mucho más fácil para disfrutar de una, incluso los que viven en una vivienda de alquiler, gracias a las piscinas prefabricadas. Acompáñame y descubre estas 8 razones para escoger una piscina prefabricada que he preparado, y prepárate para disfrutar de la tuya, en muy poco tiempo.

Ahorro económico

Piscina prefabricada

Una de las mayores ventajas o razones para escoger una piscina prefabricada es el ahorro económico que supone respecto a una piscina de hormigón u obra.

Naturalmente depende de varios factores, como el tamaño de la misma y la ubicación, pero, por lo general, una piscina prefabricada es entre un 10% y un 20% más económica.

Ahorro de tiempo

Sí, lo suyo es que la instalación de la piscina se realice en primavera, para que cuando llegue el verano puedas disfrutar plenamente de ella, pero por distintos motivos que no vienen al caso, te has plantado en pleno verano y quieres una piscina, ahora. Ya. Pues con una piscina prefabricada puedes tenerla.

La única «obra» que se requiere es la de excavar el hueco para introducir la piscina, que empieza con un previo replanteo que los profesionales contratados harán.

Desde el replanteo hasta la coronación o remate de la piscina, pasando por todos los pasos intermedios como la fontanería, ensamblar la estructura y estabilizar el fondo, en la mayoría de los casos transcurren 5 o 6 días.

Es decir, que en menos de una semana, puedes estar bañándote en tu piscina. Siempre y cuando la empresa que contrates pueda atenderte y no ponerte en lista de espera.

Esa es otra, confía siempre en profesionales cualificados que sepan lo que hacen. Si no, puede que ni ahorres tiempo ni dinero. Busca una empresa de confianza y déjate asesorar por ellos.

Son resistentes y duraderas

Es cierto que los materiales que se usan para fabricar las clásicas piscinas de obra, como el hormigón, son extremadamente resistentes y duraderos, pero las piscinas prefabricadas que se fabrican con poliéster revestido de fibra de vidrio, utilizando las últimas tecnologías, y en las que se tiene en cuenta pesos, características de torsión, contracción y resistencias controladas y optimizadas, nos garantizan igualmente el paso de los años sin problema alguno.

Los dos sistemas, obra y prefabricado, son igual de válidos. Todo depende del profesional que contrates, cómo se ejecute la instalación y los materiales usados. Si estos tres factores son de calidad, tanto la piscina de obra como la prefabricada funcionará a la perfección durante años.

Naturalmente, hay personas que han tenido malas experiencias, tanto con una piscina de obra como de poliéster. Pero eso se debe más bien a la falta de profesionalidad de la empresa contratada o a la mala calidad de los materiales usados durante el proceso que al modelo de piscina en sí.

Un factor muy importante a tener en cuenta, ya que el presupuesto de la reparación de una piscina puede ir desde los 8.000 hasta los 16.000 euros.

Además, las piscinas de poliéster tienen una reparación relativamente sencilla, por si con el paso de los años la nuestra empieza a darnos algún tipo de problema.

Se pueden trasladar

Esto es una ventaja por dos partes:

La primera es que si te mudas y te quieres llevar tu piscina contigo lo puedes hacer. Naturalmente primero hay que sacarla, realizando una pequeña obra de excave y desinstalación, pero te la puedes llevar igual que te llevas todos los muebles de tu casa: En un camión especializado, en este caso, en trasporte de piscinas.

La segunda, es que si vives de alquiler y el casero o propietario te deja instalar una piscina, cuando te vayas, puedes quitarla y dejar el jardín como estaba. No es un proceso tan sencillo como quitar un cuadro y embalarlo para la mudanza, pero ahí está esta posibilidad para poder hacer uso de ella.

Son personalizables

Una de las grandes ventajas de escoger una piscina de obra, sin duda alguna es el alto grado de personalización en cuanto a forma y tamaño nos ofrecen.

Es cierto que las piscinas prefabricadas no alcanzan ese grado, pero tampoco es necesario, ya que actualmente hay infinidad de modelos diferentes que se adaptan a nuestras demandas, así como muchos tamaños que suelen ir desde piscinas pequeñas de 2,75 x 1,75 metros, hasta un máximo de 11 x 4 metros x 2,10 metros de profundidad.

Este máximo está impuesto por el transporte de la piscina, ya que que trasladar un bulto mayor conlleva varias problemáticas de seguridad y permisos.

Naturalmente también podemos elegir el color, algún dibujo, el remate o coronación de la piscina y la ubicación de la escalera, para hacerla totalmente personalizada.

Ver: 20 ideas para diseñar un magnífico jardín con piscina

Equipadas con diferentes sistemas

Las piscinas prefabricadas tienen la opción de equiparlas con diferentes sistemas, que la convierten en elemento muy versátil.

Además de los diferentes acabados, colores o escaleras en el vaso, también existe la posibilidad de escoger piscinas con cubiertas automáticas que protegen la piscina durante el invierno o cuando hay algún cambio meteorológico, y, por supuesto, actuando como un seguro sistema de seguridad para los niños.

Permiten diferentes instalaciones

Además de tener la posibilidad de instalarla en una vivienda de alquiler, si se dan las condiciones adecuadas, las piscinas prefabricadas también ofrecen otro tipo de instalaciones, como por ejemplo, en áticos, ya que el poliéster es un material muy ligero, que prácticamente no aporta peso a la cubierta.

También existe la piscina autoportante, un tipo de piscina prefabricada en la que no hace falta excavar el hueco ni instalación de fontanería, sino únicamente llenarla como una piscina desmontable, sin necesidad de ninguna obra.

Ahorro a largo plazo

Dependiendo del modelo de piscina prefabricada o la ubicación de la misma, puede que no hayas notado ahorro alguno, comparándola con una de obra, pero a largo plazo, las piscinas prefabricadas sí suponen un ahorro.

En primer lugar, una piscina de poliéster garantiza la estanqueidad de por vida, mientras que una de obra no.

Además, hay un ahorro económico y energético en el mantenimiento, ya que se consumen menos productos químicos que se utilizarían en piscinas de obra, dependiendo de con qué material estén fabricadas o revestidas, tema que merece mención aparte.

Qué me dices, ¿Piscina prefabricada sí o sí? Te leo en los comentarios ;)

Ver: 17 diseños de piscinas para el jardín, sea cual sea tu estilo

1 Comentario

  1. JORGE POLANCO FLÓREZ

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